Al llegar los meses estivales las costas canarias se llenan de pardelas cenicientas (Calonectris diomedea) Cory's Shearwater, que vuelan en la oscuridad de la noche en busca de sus colonias de cría.
El incremento de urbanizaciones en buena parte del litoral de las islas ha provocado la perdida de algunas de las mejores zonas de cría, aumentado el número de depredadores (ratas, gatos y perros silvestres), contaminado las aguas cercanas y hecho desaparecer la seguridad de la oscuridad con la aparición de carteles luminosos, farolas y grandes focos de contaminación lumínica.
A finales de los años ochenta surge en la isla de Gran Canaria un grupo de amigos, vecinos de las zonas costeras de la isla, que comienza a preocuparse por estas emblemáticas aves.
Organizados en la Asociación Amigos de las Pardelas , con el fin de ayudar a llegar al mar a los miles de pollos que desorientados por las luces de nuestras ciudades sufren graves accidentes, en ocasiones mortales.
En los últimos años varios miles de aves se han salvado de una muerte segura gracias a la ayuda de centenares de voluntarios de gran parte de las islas, que a finales del verano (de septiembre a noviembre) comienzan a recorrer las costas con el fin de ayudar a llegar al mar a pardelas y petreles.
Además es de destacar una amplia campaña educativa que acerca a los escolares de las islas a la vida secreta de las aves marinas, sus amenazas y su conservación.
El incremento de urbanizaciones en buena parte del litoral de las islas ha provocado la perdida de algunas de las mejores zonas de cría, aumentado el número de depredadores (ratas, gatos y perros silvestres), contaminado las aguas cercanas y hecho desaparecer la seguridad de la oscuridad con la aparición de carteles luminosos, farolas y grandes focos de contaminación lumínica.
A finales de los años ochenta surge en la isla de Gran Canaria un grupo de amigos, vecinos de las zonas costeras de la isla, que comienza a preocuparse por estas emblemáticas aves.
Organizados en la Asociación Amigos de las Pardelas , con el fin de ayudar a llegar al mar a los miles de pollos que desorientados por las luces de nuestras ciudades sufren graves accidentes, en ocasiones mortales.
En los últimos años varios miles de aves se han salvado de una muerte segura gracias a la ayuda de centenares de voluntarios de gran parte de las islas, que a finales del verano (de septiembre a noviembre) comienzan a recorrer las costas con el fin de ayudar a llegar al mar a pardelas y petreles.
Además es de destacar una amplia campaña educativa que acerca a los escolares de las islas a la vida secreta de las aves marinas, sus amenazas y su conservación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario